[gdlr_notification icon=”icon-font” type=”color-border” border=”#333333″ color=”#ffffff”]Idioma: español | Traducción: no la tiene.[/gdlr_notification]
[gdlr_notification icon=”icon-flag” type=”color-background” background=”#333333″ color=”#ffffff”]DIARIO, Noticias de Álava.[/gdlr_notification]
Edita un álbum “muy bueno y natural” tras más de tres años de silencio.
“Laino Guztien Gainetik, Sasi Guztien Azpitik” es “rock puro y duro”, sin colaboraciones.
Gatibu logró vender 20.000 copias de su debút discográfico, que situó al cuarteto como una de los grupos punteros euskaldunes. Tras una continuidad, “Disko Infernu”, que no logró tal seguimiento popular, el tercer peldaño acaba de salir al mercado tres años y medio después. “Laino Guztien Gainetik, Sasi Guztien Azpitik” (Baga Biga) ofrece una decena de canciones “redondas y pegadizas”, según la banda liderada por el ex-Exkixu Alex Sardui a las voces.
El cuarteto, que completan el bajista Mikel Caballero, el batería Gaizka Salazar y el guitarrista Haimar Arejita, tiene por costumbre tomárselo con calma entre trabajo y trabajo. “Los discos se tienen cuando se acaban”, apunta Alex Sardui. Gatibu ha tardado casi cuatro meses en la grabación del disco, registrado en el estudio vizcaino “La Casa de Iñaki”, que el ex integrante de Platero y Tú, ahora en Extremoduro, Iñaki “Uoho” Antón, posee en Muxika. La producción, “como en los anteriores”, ha corrido a cargo del propio grupo.
Pero, al contrario que en trabajos precedentes, el disco no cuenta con colaboraciones. No hay ni rastro de habituales como Fito, Robe Extremoduro, Batiz o el propio Antón. “No hay colaboraciones porque ha sido una fiesta privada. Temíamos que nuestros amigos nos fueran a cobrar. Es broma. No lo hemos visto apropiado para ningún otro músico”, señala. “De la manera en como se trabajaron las canciones en el local al producto final no hay mucha variación. Es como el pan hecho en casa, muy bueno y natural”, apostilla.
El cuarteto asegura hacer “rock puro y duro”. No les falta razón en el disco. Eso sí, abundan los medios tiempos, incluyen hasta alguna balada, como “Zoragarrixori”, cortes con gran capacidad melódica y estribillos brillantes (“Eztanda egin arte”), y hasta secciones rítmicas “modernas”, a lo Franz Ferdinand, en “Bang-Bang Txik-Txiki Bang-Bang”. “Hacer canciones pegadizas y redondas tiene una doble dificultad. Todos tenemos esa tendencia a buscar la perfección, aunque no sabes por qué camino van a discurrir las canciones”, apunta. Hasta entonces, siguen “frotando la lámpara del genio”, aunque a veces, “está profundamente dormido y le cuesta despertarse”.
El disco, con letras “apasionadas, íntimas, sensuales y gritos de libertad”, lleva por título un viejo dicho modificado que significa “por debajo de todas las nubes, por encima de todas las zarzas”. Se ha cambiado porque la frase, que aparece en un cuento euskaldun, adquiere mayor tono poético. “Indica cómo andamos con nuestras vidas, a trancas y barrancas, a contracorriente, escogiendo los caminos más enredados”.